Con tantos años de partidos, la Copa Libertadores de América, que hoy se llama Conmebol Libertadores, colecciona finales épicas para contar historia. Considerada una de las más importantes competiciones de clubes de fútbol de Sudamérica, el calendario de la competición cuenta con equipos de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
Hicimos una lista de las cinco finales históricas de la Libertadores para contárselas con más detalles. Además de ese contenido, usted también podrá enterarse de las principales curiosidades[RC1] sobre el campeonato, desde un récord de expulsiones en un mismo partido hasta la mayor goleada de la historia de la Libertadores.
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El Santos fue el primer equipo brasileño que conquistó el trofeo de la Libertadores. El equipo rompió la sequía de Peñarol, que ganó los dos primeros títulos de la historia del campeonato.
La final de 1962 fue disputada contra Peñarol en tres partidos. En el primero, que se jugó en Montevideo, la victoria fue del Santos, por 2 a 1. En el segundo partido la victoria fue de los uruguayos, en Vila Belmiro, por 3 a 2. El partido de desempate fue en Buenos Aires y Santos le ganó por goleada de 3 a 0 a Peñarol. En esa época, Pelé era el crack del equipo paulista, pero el artillero del campeonato fue Coutinho, que marcó un total de seis goles.
El equipo de Zico conquistó el primer título de campeón de la Libertadores ganándole al Cobreloa de Chile en 1981. La final, dividida en tres partidos, quedó con la marca de ser una de las más tensas de la historia de la Libertadores y también una de las más violentas.
El primer partido terminó con la victoria de Flamengo, que jugó en casa, por 2 a 1. En el segundo partido, en suelo chileno, el Cobreloa venció por 1 a 0. Pero no fue solo eso: el jugador chileno Soto agredió (¡incluso con una piedra!) a los jugadores rubro-negros Adílio, Lico y Tita, causando un gran enojo en todos, ya que el árbitro no interrumpió el partido a causa de las agresiones.
En el partido de desempate, que se jugó en Montevideo, la situación no cambió. El Cobreloa arremetió con toda la furia y violencia contra el Flamengo, pero su medio de campo se vio perjudicado con la expulsión de Jiménez y Alarcón aún en el primer tiempo. Los cariocas lograron mantener el control de la situación y Zico marcó los dos goles de la victoria por 2 a 0.
Cuando la victoria ya estaba asegurada, el técnico de Flamengo, Carpegiani, puso a Anselmo en campo para una justa venganza: darle un puñetazo a Soto. Misión cumplida: Flamengo, campeón de América. Al final de ese mismo año, Flamengo se llevó el título mundial en la disputa contra el Liverpool en Tokio.
En 1981, Grêmio era uno de los equipos más fuertes de Brasil. El camino del tricolor hasta la final del campeonato fue histórico por sí solo, pero fue en la contienda contra Peñarol, campeón de la Libertadores y del Mundial de Clubes de 1982 que los jugadores de Rio Grande do Sul tuvieron que mostrar su garra. Los uruguayos eran los favoritos y empataron el primer partido en Montevideo con el marcador de 1 a 1.
En el viejo Estadio Olímpico, donde se jugó el segundo partido, Peñarol volvió a empatar, mostrando un dominio de juego con muchas técnicas y jugadas precisas. A los 32 minutos del segundo tiempo, Renato Gaúcho marcó el gol del desempate y el equipo tuvo que darlo todo de sí para mantener el marcador de 2 a 1 hasta la pitada final del juez.
Grêmio obtuvo su primera victoria en la Libertadores. En el momento de levantar la copa, el capitán De León no vió un clavo expuesto en la base del trofeo y, al apoyarlo en la cabeza para celebrar, se terminó cortando el cuero cabelludo. La foto de la victoria fue la de una cara por la cual corría sangre y esta imagen terminó sirviendo de símbolo del campeonato en aquella época: nunca se trató solo de fútbol; los equipos dejaban todo en la cancha, incluso la sangre, para vencer.
La primera final del Atlético-MG en la Libertadores fue de dejar sin aliento. Después de haber pasado por una decisión por penales en la semifinal, Atlético-MG hizo historia contra el Olimpia, de Paraguay. En el primer partido, que se jugó en el Estadio Defensores del Chaco, en Asunción, al Galo le anularon un gol, a Richarlyson lo expulsaron, Ronaldinho no logró mostrar su poder en campo y a Marcos Rocha le sacaron una tarjeta amarilla que lo dejó fuera de la decisión. El equipo de Minas Gerais perdió por 2 a 0.
Para el segundo partido, el estadio Independência, donde el equipo brasileño estaba acostumbrado a jugar, fue vetado. Eso significaba que la disputa decisiva se jugaría en el Mineirão. El primer tiempo fue cabeza a cabeza, con los dos equipos aferrándose por llevarse el título. Terminó con el marcador cero a cero y mucha angustia en la hinchada. En menos de un minuto del segundo tiempo, Jô abrió la ventaja marcando 1 a 0 para el Galo. El segundo gol llegó a los 42 minutos, con Leonardo Silva. En los penales, Atlético-MG no perdió ninguna jugada y dejó el marcador final en 4 a 3.
2018 fue el último año con decisión de final en dos partidos en la historia de la Libertadores. La Conmebol había anunciado que, a partir de 2019, la decisión se jugaría en un partido único. Tal vez por eso esa edición haya tenido tanta importancia para las hinchadas. Sin duda, otro factor que marcó la historia fue la final inédita entre los gigantes de Argentina: River Plate y Boca Juniors. El Superclásico, como pasó a ser conocido, ya entró para la historia simplemente por estar marcado. Pero los hinchas argentinos no se limitaron a honrar la fama de fanáticos de sus equipos: fueron más lejos.
El primer partido fue en el Estadio La Bombonera, en Buenos Aires. Estaba marcado para el 10 de noviembre, pero se pospuso para el día siguiente debido al mal tiempo. El marcador quedó empatado 2 a 2.
El segundo partido, que sería en el Estadio Monumental de Núñez el 24 de noviembre, también se postergó, pero, esta vez, a causa de la violencia. El ómnibus que transportaba a la delegación de Boca Juniors fue atacado por hinchas de River cuando se dirigía al estadio. Este hecho dejó algunos heridos y terminó convirtiéndose en un caso de policía. Más de 60 mil hinchas tuvieron que volver a sus casas sin haber visto la tan ansiada final. La Conmebol decidió, entonces, realizar el partido lejos de casa, en otro continente. La decisión se disputó el 9 de diciembre en Madrid, España, en el Estadio Santiago Bernabéu.
Con los jugadores recuperados, la seguridad reforzada, algunos hinchas ya conocidos por la violencia deportados del país, el partido se realizó sin contratiempos. River Plate terminó el clásico revirtiendo el marcador a su favor ya en el alargue del partido. Con el resultado final de 3 a 1,Los Millonarios se convirtieron en tetracampeones de la Libertadores.
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